Por que como ya les dije, la calle esta dura; y la verdad, los lobos, los pitufos, los políticos en campaña y demás bestias del bosque están distribuidos estratégicamente para que nos encontremos al menos a una de estas criaturas , en cada esquina, o alguno de los rumbiaderos de la ciudad.
y es que después de la tusa vino la calma y los dates y con eso una cantidad de especímenes que ¡ay, si le contara!
Pero la calle esta dura, porque al parecer todos los caballeros del cuento, están bajo el hechizo de alguna bruja o en efecto felizmente enamorados de una princesa o en modo perreo intenso, ojo no estoy juzgando a nadie, solo estoy mostrándoles el panorama que nos asedia por estos días, pues entre tanta putivuelta, tanto date y tanta fiesta me encontré con un par de proyectos de caballero, que luego y sin pensarlo mucho, pelaron el cobre, solo para que yo volviera a concluir que la calle esta dura y el final feliz en efecto no está a la vuelta de la esquina.
Con ustedes La Princesa, y no soy yo ni ninguna de ustedes, es él siempre ofendido, el más sentido que un tango, el del filtro de malinterpretación encendido, ese que se enfurece si no le dicen “Oye feliz día del hombre” ese mismo que se queja por el TONITO, ese que uno tiene que coger con cuidadito porque no vaya y sea y se rompa.
Es que después de este capullo, yo sentí que me robaron la corona y me pusieron un casco de vikingo, así que mi querido amigo no se me ponga princesa porque en efecto la corona es mía y de nadie más y como princesa oficial me niego rotundamente a lidiar con otra, es que entre coronas no se compite, está bien sea el rey, pero el rey no la princesa, tómese un shot de tequila y cante “ No tengo trono ni reina ni nadie que me comprenda” pero por amor al universo siga siendo el rey.
La diva, el más top de todos (atribúyale el Emoji de uñas pintadas) no faltó a la verdad cuando el mismo aceptó que era toda una diva y yo, dejaba de ser rapunzel para convertirme en Xena la princesa guerrera, o de nuevo en el vikingo de la historia, cuando yo le digo, “¿qué, una pola?” él responde “no ¿qué tal unos cosmos?” vamos bien hasta ahí ¿quién puede pelear con un Cosmopolitan? El problema vino después, con un comentario que ofendería a cualquier princesa y fue el siguiente – me encanta como te vistes – gracias que gran halago (todo iba a empeorar) – que te lo diga yo que tuve una novia modelo… si, léalo bien, fue así, sin filtro sin más ni menos, yo no sé qué esperaba que le respondiera, acaso debía preguntar ¿quién era la modelo? , o entrara en llanto … por favor tenga la bondad de analizar que carajos era lo que esperaba el personaje, ¿será que era una técnica para que saliera corriendo? Así que mi querida Diva bájale a tu escarcha y a tu exnovia.
Para no dejar de lado el ambiente electoral que nos acompaña en estos momentos que tal si hablamos del político en campaña, ese, el del tamal, la lechona, las promesas, ese que le pintó flores, y al final salió con bolitas, identifíquelo en varios niveles, nivel básico (después de esto ya no espere nada) lleva meses invitándola a salir pero cada vez que llega el día el hombre nunca aparece; nivel intermedio, vamos te invito a comer, acto seguido “¿Te parece si dividimos la cuenta?” o el nivel avanzado, el más peligroso de todos, le juró el cielo y la tierra y luego no salió con nada o peor con algo como “ no eres tú soy yo” “estoy confundido” “volví con mi ex” es así como usted, perdió el voto.
Así que no pierda el voto, no se enamore de la diva y por favor no corone a la princesa.
La Princesa
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