iMátame guayabo
que el amor no pudo! señoras y señores, princesas y princesos con ustedes el
tan pero tan temido guayabo, resaca, goma, ratón, chuchaque o como ustedes
quieran llamarlo; que tal si esta vez despotricamos menos de las bestias del
bosque, y hablamos de la resaca, hagamos la radiografía del guayabo y lo analizamos
con todas sus variaciones.
Comencemos
entonces con el previo al guayabo, porque antes de la radiografía siempre hay
una lesión y la lesión comienza en situaciones como: “Queremos saber, si Laura
es amiga, fondo fondo fondo” (léalo cantando) y después de tomarse ese guaro
fondo blanco usted firmó su condena al guayabo; pues seguro después de eso, se
dio besos con quien no debía, mandó mensajes de voz a todos sus ex novios, se
cayó al piso, le metió la mano a alguien, lloró, abrazó al mismo al que le metió
la mano y al final llegó a su casa vomitado y listo para dormir, es ahí amigos
donde comienza el guayabo.
Luego de una noche de largos e irreponsables
tragos, usted mi querido lector, escucha a lo lejos el canto de los pajaritos,
abre el ojo y tómela ahí está su guayabo, pero antes de identificar qué tipo de
guayabo tiene debe:
- Revisar sus historias de Instagram
- Su whatsapp
- El archivo de fotos
- Revise también si está vestido o en pijama o en bola
- Ubique donde está
- Y evite verse en el espejo
Después de eso
ya puede identificar el guayabo que lo acompaña.
Guayabo moral o culposo; ese que sucede cuando usted cayó en
cuenta que se dio besos con él/la que no
era, y obvio le espera una larga conversación o un mensaje pidiendo perdón por
su comportamiento; es ese que pasa también cuando usted declaró su amor a
alguien y acaba de condenarse a que las charlas se vuelvan incomodas cuando
forzosamente tenga que verle la cara, es
básicamente el guayabo del arrepentimiento, después de este uno dice “Nunca más vuelvo a tomar” pero 8 días después “Queremos saber, si Laura
es amiga, fondo fondo fondo” y todo vuelve a comenzar, para el guayabo culposo
no hay cura, ya la cagó ya qué, asuma los besos que se dio con dignidad y pues
sea consciente de la incomodidad que le espera.
Guayabo depresivo: Ahí sí
por favor mátame guayabo, lo que pasó la noche anterior no influye tanto, es ese
que aparte de tenerlo seco y con los ojos en el estómago lo pone a pensar en la
pesadez de la vida, durante este episodio usted se replantea todo, promete
cambiar, hacer dieta, no volver a tomar, ser mejor amigo y no se le haga
extraño que a las 5:00 de la tarde y más si es domingo, se disponga a llorar ¿por
qué? por todo y nada, con guayabo depresivo no hay helado que valga, uno solo
se quiere morir.
Guayabo económico: Si es
usted un borracho despilfarrador, entregue su tarjeta, porque al otro día se va
a dar cuenta que no tiene ni para comprar leche, el guayabo económico es ese que
llega después de acordarse o que le acordaron que pagó una cuenta inmensa y
además lo vomitó todo, de nuevo ahí promete no volver a tomar, pero siempre hay
otra tarjeta de crédito que soporte la borrachera.
Guayabo forever: O el
guayabo dependiente, ese que se la pasa de guayabo en guayabo y además lo
publica, conocido en el mundo de las redes sociales como “¿man otra vez tiene
guayabo?” a ese que rappi ya le manda combo guayabo sin siquiera preguntar, el
mismo que se toma selfie con el ojo rojo y la sube, también podría ser un
guayabo social pues lo comparte con todo el mundo sin pena alguna.
El guayabo finjo demencia: “lo que no me acuerdo
no pasó” ese que se levantó como si nada hubiese pasado, tiene lo normal del
guayabo físico, pero no tiene pena, ni dolor ni remordimiento, el mismo que
mejor ni pregunta qué pasó la noche anterior pues está decidido a no enterarse.
Y para todos
esos a los que no les da guayabo, por favor no me hablen.
La princesa
Con un poquito
de ayuda…
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